La escasez de dólares amenaza viabilidad del mercado permuta

El desajuste cambiario refleja las inconsistencias de la política económica
Desde 2004, junto al mercado oficial ha permanecido un sistema paralelo, conocido comúnmente como de permuta, donde empresas y particulares adquieren dólares gracias a que el mismo Gobierno inyecta las divisas, si dejase de hacerlo, como contempla el ministro de Finanzas y Planificación, Jorge Giordani, esta puerta prácticamente se cerraría.

Entre 2004 y los primeros cinco meses de este año, la administración de Hugo Chávez colocó bonos por 31 mil 24 millones de dólares que las empresas y particulares pagaron en bolívares. Posteriormente vendieron los títulos en el exterior para obtener divisas.

El Gobierno pretende suspender la emisión de bonos y que quienes poseen actualmente estos títulos acudan al sistema que va a crear el Banco Central de Venezuela para venderlos a cambio de bolívares.

¿Habrá oferta? Alfredo Puerta, consultor de la firma Estrategia Financiera, sostiene que en todo caso "sería muy escasa ya que, salvo por necesidad, nadie va a vender los dólares, a menos que el Gobierno garantice un flujo que permita recuperarlos".

El mercado paralelo es importante para el funcionamiento de la economía. En 2009, Cadivi autorizó para importaciones 22.346 millones de dólares y el Banco Central registra que el total de compras al exterior se ubicó en 34.472 millones, es decir, a través del mercado paralelo se financiaron 35% de las compras al exterior.

"Este mecanismo permite a muchas empresas que no cuentan con divisas oficiales para adquirir insumos, materias primas y maquinarias, realizar sus compras y abastecer el mercado interno", dice Carlos Larrazábal, presidente de Conindustria.

Hugo Faría, profesor del IESA y quien participó en un foro organizado por Cedice, advierte que la nueva regulación cambiaria puede traer efectos en el corto plazo para los consumidores y las industrias locales. "En la medida en que se entorpezcan las importaciones, en esa medida el bienestar de los ciudadanos disminuye porque tienen menor variedad de productos o tienen escasez de productos".

Fin de fiesta

El rompecabezas cambiario refleja el desajuste de la política económica. Para alimentar al mercado paralelo, el Gobierno tendría que continuar emitiendo bonos, algo que incrementa la deuda en dólares de la República que ya registra un salto de 119% entre 2004 y 2009, desde 28 mil 138 millones hasta 61 mil 626 millones.

"La economía dice que no puedes endeudarte todo el tiempo, eso es absolutamente imposible", destaca el economista Gustavo Rojas.

Otra alternativa es vender dólares que están en las reservas internacionales, pero por los traspasos al Fonden esta cuenta registra una caída de 24% en lo que va de año.

Así, lo que ha quedado es restringir al mercado paralelo de divisas y tratar que la economía se limite a los dólares que aprueba Cadivi.

"Vamos a importar lo que realmente necesitemos", afirmó Jorge Giordani el martes de esta semana.

Alejandro Grisanti, analista de Barclays Capital, sostiene que "con esa medida solo se puede prolongar la agonía, la política económica del Gobierno llega a su final".

Desde su punto de vista, el tema de fondo es que el Gobierno ha mantenido un dólar subsidiado, excesivamente barato, que dispara las solicitudes de divisas al tipo de cambio oficial y merma las reservas internacionales.

"Desde diciembre de 2003, fecha en la que se colocó el control de cambio, y abril, la inflación acumulada es de 352% y el tipo de cambio oficial, tomando como referencia el 2,6 se ha devaluado 62%", señala Alejandro Grisanti.

Añade que "es imposible mantener el tipo de cambio preferencial de 2,6 bolívares por dólar. El Gobierno debería entender que un subsidio generalizado a través de esta vía es insostenible e ineficiente".

Gasolina en el incendio

Inmerso en una campaña electoral donde se decidirá el destino de la Asamblea Nacional el Gobierno ha comenzado a impulsar el gasto público y a medida que ingresen nuevos bolívares a la economía aumentará la demanda de dólares.

Empresas y particulares se refugian en la compra de divisas en un entorno donde las tasas de interés no protegen el poder de compra del dinero y el Gobierno ha puesto en marcha un agitado proceso de nacionalizaciones y expropiaciones.

Tesoreros indican que si el mercado paralelo de dólares se cierra en definitiva, los bolívares que introduce el Gobierno permanecerán dentro de la economía impulsando la inflación, que en los primeros cuatro meses del año ya acumula un fuerte avance de 11,3%.

Al mismo tiempo, la crisis de la zona euro ha golpeado el precio del petróleo, producto que provee 95 de cada 100 dólares que ingresan al país, y las divisas se tornan más escasas.

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