El Gobierno, que exigirá un capital mínimo a las casas de bolsa, dispondrá de los 8,5 millardos de dólares que le quedan disponibles según la la Ley de Endeudamiento para alimentar el nuevo corro
La nueva Bolsa Pública de Valores permitirá la entrada de las instituciones financieras bursátiles que cumplan con un capital mínimo, exigido por la Comisión Nacional de Valores y por el Ministerio de Planificación y Finanzas.
También las personas naturales que atiendan los requisitos establecido en la normativa que regirá estas nuevas operaciones, podrán adquirir bonos de la deuda pública para transarlos en el mercado paralelo, según una fuente del Ministerio de Planificación y Finanzas.
La Bolsa Pública de Valores será alimentada únicamente con nuevas emisiones de la deuda pública. Estos títulos serán transados a una cotización un poco más alta que la del Sitme, sistema de transacciones con títulos en moneda extranjera.
En la Ley de Endeudamiento para el año 2010 quedan 8,5 millardos de dólares, de los cuales dispondrá el Ejecutivo para alimentar este nuevo mercado que pretende, entre otras cosas, agilizar las entrega de dólares a las empresas, en vista del cuello de botella que se ha creado en el Sitme.
No obstante, existe la preocupación dentro del Gobierno de que haya demasiados títulos disponibles y el mercado secundario no se muestre interesado.
Las grandes beneficiarias son las empresas petroleras extranjeras que deben cambiar dólares a bolívares para cancelar sus compromisos de inversiones en moneda nacional y en pago a trabajadores y contratistas. Igualmente el nuevo corro capitalino les permitirá repatriar capitales de una manera legal. Precisamente ayer la transnacional Telefónica informó que el control de cambio y las restricciones no les ha permitido movilizar 1,8 millardos de dólares desde Venezuela a su casa matriz.
Las empresas Bloomberg y Reuters serían las encargadas de montar la plataforma tecnológica necesaria para el funcionamiento del nuevo corro financiero del Estado. Por eso, sigue en conversaciones con el BCV.
Sin embargo, aún existe el inconveniente del mercado secundario de valores, pues quien quisiera vender dólares para obtener bolívares asumiría una pérdida con respecto a la cotización del mercado libre.
Fuente: El Nacional
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